jueves, 9 de agosto de 2018

martes, 7 de agosto de 2018

Trabajo en equipos

Cambios en la pubertad y adolescencia

CAMBIOS EN LA PUBERTAD Y ADOLESCENCIA

La adolescencia es una etapa más de la vida en cada persona. La primera es la infancia, continúa con la adolescencia, y sigue con la edad adulta y la vejez.

La adolescencia comienza con la pubertad, y es el paso de la infancia a la vida adulta. En general se acepta que el inicio de la adolescencia está señalado por los cambios anatómicos y fisiológicos que se producen en el organismo y que suelen ser progresivos -en las chicas los primeros cambios suelen aparecer sobre los 10-11 años y en los chicos entre los 12-13 años. La pubertad son los cambios corporales que se producen principalmente debidos a las hormonas sexuales (testosterona, progesterona y estrógeno), también influyen los aspectos genéticos individuales y la alimentación.

La adolescencia, según la Organización Mundial de la Salud, se divide en dos periodos: el primero entre los 10 y los 14 años y el segundo entre los 15 y los 19 años; así el concepto de juventud se sitúa entre los dos periodos, entre los 10 y los 19 años.

Durante la adolescencia se producen muchos cambios en muy poco tiempo, es un proceso psicológico unido al crecimiento social y emocional que surge en cada persona.

El periodo de la pubertad en ambos sexos dura unos cuatro años, aunque las chicas empiezan a desarrollarse unos dos años antes que los chicos. Es muy importante señalar que el final de la adolescencia está determinado, sobre todo, por factores sociales; se considera que un o una adolescente deja de serlo cuando es reconocido y admitido como adulto en su comunidad.

Desde el punto de vista psicológico y social, cada persona sigue madurando afectiva y sexualmente a lo largo de toda su vida, mejora su conocimiento personal y va delimitando sus deseos y necesidades individuales.

En este periodo se van a producir cambios biofisiológicos, psicológicos, intelectuales y sociales que sitúan a cada persona ante una nueva forma de vivenciarse a sí misma y al entorno que le rodea.

Cambios biofisiológicos:
Cambios masculinos:

Aparece vello facial (bigote y barba)
Posible acné (debido a las hormonas)
La voz falla y se hace más grave
Los hombros se ensanchan
Aparece el vello púbico
Crece el vello en el pecho y la espalda
El cuerpo transpira más
Aparece el vello en las axilas
El cabello y la piel se vuelven más grasos
Aumenta el peso y la altura
Las manos y los pies aumentan de tamaño
Aumenta el vello en los brazos
Crece el vello en las piernas
Se inicia la capacidad reproductora
Eyaculación

Cambios femeninos:

La piel se vuelve más grasa
Aumenta el peso y la altura
Aumenta el sudor
Rostro más lleno
Posible acné (debido a las hormonas)
Los brazos engordan
Aparece el vello en las axilas
Se destacan los pezones
Crece el vello púbico
Aumenta el vello en los brazos
Los muslos y las nalgas engordan
Las caderas se ensanchan
Crece el vello en las piernas
Se inicia la capacidad reproductora
Menstruación


Cambios psicológicos e intelectuales:
Aparece una mayor curiosidad por conocer el mundo que lo rodea.

La persona accede a una nueva forma de pensamiento, puede formular hipótesis, razonar acerca de ellas y extraer sus propias conclusiones.

La persona puede diferenciar lo real de lo posible, comienza a poner en tela de juicio todo aquello que hasta ahora era inamovible. Tiene opiniones propias y críticas sobre el amor, los estudios, los amigos, la familia, etc.

Piensa sobre sus propios pensamientos, puede orientar su afecto hacia determinadas ideas y valores y comprometerse en algún modo con ellos.

Cambios sociales:
Se descubre "lo social", a la persona le importa pertenecer a un grupo y compartir ideas o gustos. Aparecen cambios en la capacidad de integración social, en el grupo de iguales se conforman una serie de normas y nuevos valores.

Se sigue formando y consolidando la identidad sexual y afectiva; de un grupo más numeroso como la pandilla se pasa más tarde a la formación de parejas.

En los últimos años de la adolescencia se puede producir la integración laboral. 

AUTOESTIMA E IMAGEN PERSONAL.
Expresado de forma sencilla, la autoestima es la forma en que nos percibimos y nos sentimos. Nos influye el medio, cómo nos ven otras personas significativas para nosotros y cómo creemos que nos ven.

Esta forma de percibirnos se basa en las experiencias que tenemos con otras personas y en las atribuciones que realizamos de nuestra conducta.

Las atribuciones son las explicaciones con las que justificamos los resultados de nuestras actuaciones (si creemos que la causa está fuera o dentro de nosotros, si es permanente o pasajera, o si consideramos las causas dentro o fuera de nuestro control).

Ejemplos:
Soy buena en inglés, me gusta estudiar, he aprobado (puedo creer que la causa es interna, permanente y controlable).

Soy feo, no soporto mis orejas (puedo creer que la causa es externa, permanente, fuera de control).

Cada persona nos percibimos y tenemos opiniones sobre nuestro carácter - componente emocional -, nuestra inteligencia - componente académico -, nuestro cuerpo -componente físico-, y nuestras relaciones con otras personas - componente social -.

Recuerda que cuando pensamos negativamente sobre cosas que no nos gustan de nosotros, lo que hacemos es sentirnos mal y bloquearnos; y cuando pensamos positivamente sobre lo mismo, nos relajamos y es entonces cuando se nos ocurren cosas para mejorar (en el ejemplo de las orejas: me gusto, me encantan mis orejas y así puedo elegir: cambiar mi corte de pelo, trabajar para ganar dinero y operarme, disfrutar de mis orejas, o lo que se me ocurra).

Nuestras ideas, nuestras creencias son las que determinan la autoestima y hacen que interpretemos las cosas de una manera más positiva o negativa.

El autoconcepto es la imagen que cada uno tiene de sí mismo; es la organización de nuestras creencias, que aprendemos a través de nuestra experiencia personal, con personas significativas - padres, hermanos, abuelos, profesores, etc.- y que también aprendemos de cosas o personas que no planeamos - un libro, una película, una entrevista de alguien... -.

Así, una persona puede verse puntual, con un pelo muy bonito, con las uñas de los pies feas, con interés para estudiar... y otra puede verse muy habladora, con una estatura muy buena, con unos ojos muy pequeños... Vamos, que cada persona tenemos una imagen y una opinión de nosotros sobre un montón de aspectos.

Cuando decimos: "Pues yo soy así", "qué le vamos a hacer, es mi manera de ser...", lo que estamos diciendo es lo que creemos que es verdad para nosotros. Generalmente, lo que creemos es una opinión que hemos incorporado a nuestro sistema de creencias, opinión que es coherente con esas ideas.

(el autoconcepto es organizado, dinámico y aprendido)
La imagen corporal es la forma en que percibimos nuestra apariencia física, de nuestra presencia personal; que también es percibida y valorada por otras personas. Como ya te habrás dado cuenta, tú puedes tener una imagen de ti que, a veces, no coincide para nada con la de otras personas.

La vamos formando desde la infancia y durante toda la vida. Esto es muy interesante, ya que no nacemos con esta imagen, si no que la podemos crear y cambiar continuamente.

Como al principio la vamos creando con otras personas significativas para nosotros, llega un momento en el que podemos elegir y ser más responsables con nosotros mismos:

Estando con gente que nos agrada.
Alimentándonos bien.
Haciendo ejercicio físico con placer.
Pensando cosas que nos gustan.
Teniendo ropa que nos favorece.
Organizando nuestro tiempo.
Cuidando higiénicamente nuestro cuerpo.
Haciendo agradable nuestra vida cotidiana.
Etc., etc., etc.

Que conste que esto lleva su trabajo, porque a veces es más rápido quejarnos que elegir cambiar. Cuidarnos higiénica y estéticamente lleva su tiempo y su placer (desde depilarnos, afeitarnos, llevar el pelo limpio, pintarnos, lavarnos los dientes, cortarnos y arreglarnos las uñas, hasta lavar alguna ropa a mano, ordenar el armario, comer fruta, hacer deporte.).

Los sentimientos positivos o negativos sobre nosotros mismos influyen en nuestro comportamiento, en nuestro rendimiento y en la opinión que tenemos sobre nosotros.

Las modificaciones en el lenguaje interno (cómo nos hablamos a nosotros) apoyan los cambios que queremos hacer y que nos benefician más. Así, podemos cambiar frases de quejas y elegir frases para hacer cosas efectivas y positivas.

Puedes dejar de juzgarte a ti mismo, tu forma de ser y evaluar únicamente tus actos, tus logros y realizaciones. Puedes aceptarte a ti mismo, simplemente porque tú eliges hacerlo así.

Mejoramos nuestra imagen corporal cuando la elegimos sana, positiva y realista; cuando analizamos y mejoramos nuestro lenguaje interno (aprendemos a reconocer nuestra actividad mental, analizamos nuestras emociones para expresarlas agradablemente).

Cada cultura condiciona la percepción del cuerpo, la belleza, el afecto y la identidad sexual. Y como somos parte de esa cultura podemos elegir y asumir percepciones más realistas y agradables para nosotros.

Cada persona tiene sus preferencias y gustos estéticos, y los puede cambiar en distintos momentos de su vida. 

Texto elaborado por la Asesoría Psicosocial del Centro Informajoven

Página WEB: http://www.informajoven.org/info/salud/k_7_7.asp


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